-La hemos cagado Mike. La hemos cagado…y ahora, ¿qué hacemos?, se nos ha olvidado la contraseña para encenderlo, y quedan menos de veinte minutos para que amanezca. ¿Qué dirán de nosotros los periódicos mañana?, ¿eh, Mike?, si, ya me lo imagino: » penumbra absoluta en el sistema«. ¡Mierda, Mike!, nos despedirán…
-Tranquilízate…
-No, no puedo. Prueba con «1234«, o con el nombre de la compañía, tal vez alguna fecha, o… ¡todo ceros!. Esto nos pasa por no dejarlo en «recordar contraseña«. ¡Pero si se conecta todos los días…!, en los viejos tiempos no pasaba esto, Mike, no. Cuando funcionaba con carbón sólo nos preocupaba que hubiese suficiente combustible para una jornada. Ahora con tanta fusión ni leches…problemas, problemas y sus superlativos. ¡Mierda, Mike!, la contraseña…
-creo que…¡sí!, ya está….
bip…..bip…..bip………………..biiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiip[…]
-¡Uff! menos mal….¿cuál era?
-Nada, pulsé «¿has olvidado la contraseña?» y en un momento ya la teníamos. Luego revisé mi correo.
-Aham.. . ¡Mira!… cómo alumbra, ¡eh!, ¡eh!…vamos a desayunar, Mike.
-vale.
Allan Coliflor